sábado, 1 de agosto de 2009

Trascendencia de la obra de José Damián Ortíz de Castro. Maestro Mayor de la Catedral de México, 1787-1793.


Por J. Martín Blásquez Ojeda.

El próximo 13 de Agosto, el Dr. en Arq. Xavier Cortés Rocha, tamaulipeco y reconocido académico, actualmente a cargo de la dirección general de Sitios y Monumentos del Patrimonio cultural del CONACULTA, presentará el libro “José Damián Ortíz de Castro” compendio de nueve estudios críticos de la obra del Ilustre Coatepecano. El escenario será una sesión pública del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, sito en Av. Constituyentes No. 800 Col. Loma Alta. Delegación Miguel Hidalgo. Teléfono (55) 5570 0007.

El lujoso libro, de 181 páginas ricamente ilustrado y con tiraje de 1,000 ejemplares, ya está a la venta por internet en el portal CONACULTA- EDUCAL, y en la tienda instalada en el Museo de Antropología de Xalapa, así como en su Stand de la Feria del Libro Infantil que ahora mismo se lleva a cabo en el Colegio Preparatorio de Xalapa.

De la Introducción de este libro, destaca el elogio de José Narro Robles, Rector de la UNAM:

“…orientaron su planes de investigación a estudiar la relevancia de José Damián Ortíz de Castro en el ámbito arquitéctonico del siglo XVIII, motivados por el hallazgo de una “caja del tiempo” que fue depositada en la torre oriente del complejo catedralicio para celebrar la culminación de la construcción de esta torre en 1791,…” y agrega: “…Con este documento se abre un panorama, antes no explorado, mediante el examen y difusión de las aportaciones del arquitecto veracruzano a la cultura arquitectónica y constructiva de la Ciudad de México y, en general del virreinato. De esta forma se da cuenta de una época con numerosos ejemplos de la capacidad creadora del mexicano, de su tenacidad para conservar su esencia, al tiempo que acepta lo ajeno y lo enriquece con un sello profundamente nacional.”

Brillante resulta el trabajo “La Nueva España en la segunda mitad del siglo XVIII. Momento de contructores de luminosidades” de la Dra. en Historia del Arte por la UNAM, Elisa Garcia Barragán, al presentar un estudio contextual del estado de las artes y ciencias en la Nueva España, de donde, y a partir de las primerísimas investigaciones de Don Manuel Toussaint, puede apreciarse la trascendencia y genialidad de Ortiz de Castro con su obra maestra: el diseño y construcción de la fachada y torres para la terminación de la Catedral de la Ciudad de México.

Debe señalarse a que esta especialista se debe la “Exposición José Damián Ortiz de Castro” misma que exhibió el contenido de la “Caja del Tiempo” y destacó la aportación del Ilustre Coatepecano en la arquitectura de Novo Hispana; evento que estuvo abierto entre noviembre del año pasado y marzo reciente en la nueva Sala de Exposiciones de la Antigua Tesorería de Palacio Nacional.

Enseguida, en minuciosa cuanto documentada investigación, “José Damían Ortíz de Castro. El maestro mayor de arquitectura”, la académica Martha Fernández detalla el origen del nombramiento, requisitos y privilegios y obligaciones de los maestros mayores de arquitectura durante la época Virreinal, destacando como a base de méritos incuestionables, el joven americano escaló al más alto reconocimiento de su tiempo.

Otros capítulos: “José Damián Ortíz de Castro en el Palacio Nacional” a cargo de Mónica Cejudo Collera y “José Damián Ortíz de Castro en la Academia de San Carlos” a cargo de Ignacio Salazar Arroyo; ambos, documentan otras no menos trascendentes obras del Ilustre Coatepecano, de entonces 22 años de edad, como lo fueron sus trabajos para la Casa de Moneda y después como estudiante y después como maestro de mérito en la Academia de San Carlos. De estas investigaciones se destaca su fraternal relación con quienes, de seguro fueron sus descubridores y mentores, los peninsulares: Don Jerónimo Antonio Gil, Grabador Real en la Casa de Moneda, impulsor y a la postre Director Perpetuo de la Real Academia de San Carlos de la Nueva España en las Nobles Artes de Pintura, Escultura y Arquitectura y, al mismo tiempo el Coronel de Ingenieros y Geógrafo Don Miguel de Constanzó, ilustrado militar que modernizó la administración y defensa del territorio de la Nueva España con infatigable impulso a tantas obras de infraestructura y urbanísticas en el territorio de la Nueva España como de la Ciudad de México.

“El Arquitecto José Damián Ortíz de Castro y la catedral de Tulancingo” es otro estudio de Luís Ortíz Macedo, que refiere la genial solución que en 1788 aportó su proyecto de remodelación de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, sobre el edificio erigido originalmente en 1528 en aquella ciudad Hidalguense.

El capítulo central del libro, la investigación “José Damián Ortíz de Castro, Arquitecto de las torres de la catedral de México” de Xavier Cortés Rocha, inicia citando una apreciación de Don Manuel Toussaint: “Astro fugaz en nuestra historia artística y sin duda el más notable arquitecto mexicano de su época.” Para resaltar de suyo con relación a su declaración de origen: “…natural de pueblo de San Gerónimo Coatepec, Jurisdicción de Xalapa.” precisamente: “según lo afirmó él mismo al pie del plano del proyecto para la fachada y terminación de la torres de las torres de la Catedral de México…” Y a continuación en este capitulo pasa a referir los detalles de su propuesta de nuevo estilo como proyecto de terminación de la magna obra, iniciada desde el siglo XVI y, al mismo tenor se admira de los escrupulosos presupuestos y administración de la construcción, según documentos hoy existentes en los archivos de Catedral a los cuales tuvo acceso.

Otra investigación titulada “Arte y Geometría en el diseño de las torres de la catedral de México” de la autoría de Fernando Pineda Gómez y Fernando López Carmona, apoyados con planos del muy reconocido Agustín Hernández, refieren el docto conocimiento de Ortíz de Castro para crear y edificar las torres y su remates en forma de campana, así como su escalera interior de cedro, dado que la obra fue única en Ámerica así como la de mayor altura de su tiempo. Los sustentantes refieren los problemas de estabilidad del edificio siendo que éste se desplantó en suelo blando y las propuestas para el aligeramiento de las torres respetando su armonía y proporciones con lo construido hasta esa fecha. En su apartado “Geometria de la campana” los autores presentan una apreciación técnica que da cuenta de la sorprendente solución a partir de trazos con la elipse excéntrica, así como la maestranza desarrollada en la técnica constructiva de estereotomía.

En otro capitulo magistral “José Damián Ortíz de Castro, Maestro mayor de la catedral metropolitana de la ciudad de México”, el Ing. Roberto Meli Piralla y Abraham Sánchez Ramírez, expertos ingenieros estructuralistas, analizan como el Ilustre Coatepecano, aplicando su talento e ingenio, logró “…no solo una fina arquitectura, sino resolvió múltiples detalles estructurales y constructivos…” “…al proyectar y construir dos poderosa torres sobre una estructura que ya tenía hundimientos y daños importantes…” Así relatan una detallada e ilustrada descripción de las estructuras de las torres, y sus se sorprenden del avanzado uso de cinturones de hierro para la estabilidad de los conjuntos de columnas y escaleras helicoidales de piedra labrada y las superiores de madera. Y continúan con un estudio de comportamiento estructural del edificio, particularmente sorprendidos de la solución al anclaje de las esferas o globos del remate; ambos exámenes ricamente ilustrados.

Cierra este libro, compendio de destacados estudios, “Un acercamiento a la maestría de José Damián Ortíz de Castro. La restauración de los remates de las torres de la catedral de México” de la autoría de Julio Valencia Navarro, quien por el CONACULTA – y de conjunto con el INAH y el Arzobispado- ha tenido a su cargo las obras de restauración de la Catedral actuales. Su trabajo da cuenta del estado de conservación previo a los procesos de conservación para pasar a detallar, desde el sistema de andamiaje que se requirió, el análisis de materiales pétreos, hasta el desmontaje de la esfera y su cruz de remate de la torre oriente.

Testigo de los hechos, Valencia Navarro brinda detallada descripción del episodio vivido aquella tarde del 22 de octubre del 2007, donde a las 16 horas, se dá el hallazgo de “Caja del Tiempo”, fechada en “Mayo 14 de 1791” y que de sus manos depositara ahí Don José Damián Ortíz de Castro, Gloria de la Arquitectura Mexicana e Ilustre Coatepecano.

Y cierra su narración y el libro, relatando el cuidadoso protocolo de apertura así como el inventario y descripción fotográfica del tesoro hallado en la pequeña caja de madera revestida de plomo, agregando el dato de la reposición con una sustituta y moderna caja del tiempo. En apartados subsecuentes, Valencia Navarro agrega que en la restauración del remate al estilo original solo se repusieron aquellos materiales degradados que perdieron su funcionalidad al paso del tiempo, incluidos los grupos escultóricos como guirnaldas y escudos, señalando que en todo caso, se han aplicado los tratamientos de consolidación química pertinentes a la obra.

Sin duda “José Damián Ortíz de Castro” es una obra literaria y testimonial que no debe faltar en la cultura Coatepecana, para conocimiento y orgullo de generaciones presentes y futuras.

El evento próximo de presentación de este libro “José Damián Ortíz de Castro. Maestro Mayor de la catedral de la ciudad de México, 1787-1793” trae a mi memoria el mensaje Agustín Hernández, celebrado arquitecto mexicano contemporáneo y conferencista invitado al 50avo. Aniversario de la Facultad de Arquitectura de la UV el pasado 10 de noviembre del 2006, cuando reclamó para el Ilustre Coatepecano, la creación de la Cátedra Magistral con su nombre y el merecidísimo homenaje del gremio veracruzano. Que sea para bien.